¿Te sientes mal cuando no haces nada?
¿Eres consciente de cómo te sientes cuando no haces nada, cuando en teoría no eres productivo para esta sociedad?
Muchas mujeres y hombres viven con frustración y sufrimiento esos momentos de inactividad.
Yo era una de esas mujeres que no se permitía disfrutar de su derecho a no hacer nada. No paraba nunca, sin darme cuenta de lo que eso suponía. Actuar como una “super-mujer” tiene un alto coste: perder la conexión con tu ser, con tu esencia, con tu vida. Te conviertes en un robot obsesionado con producir y producir.
Y me pregunto:
¿Qué sentido tiene producir como una máquina?
¿A quién beneficia esta productividad?
Hace un tiempo tomé la decisión de disfrutar de il dolce non far niente, la dulzura de no hacer nada.
Descubrí que no hacer nada tiene un gran poder: me recarga, despierta mi creatividad y me da claridad para accionar.
La ciencia también lo confirma: el cerebro necesita esos tiempos de contemplación y silencio para armonizarse.
Hoy protejo ese espacio sagrado, porque es mi derecho. Cada día mi prioridad es respetar ese tiempo para estar con la mujer más importante de mi vida: YO MISMA.
Y te pregunto:
¿Cómo sería tu vida si cada día reservaras un rato para estar contigo misma, sin hacer nada?
He preparado un post en Instagram para abrir la conversación. Te invito a compartir allí tu opinión, tu experiencia o tu visión. Porque cuando reflexionamos juntos, el camino hacia el bienestar se hace más ligero y luminoso.
Te propongo un reto, un juego sencillo inspirado en il dolce non far niente:
Cada día elige entre 5 y 15 minutos solo para ti, sin distracciones, sin agenda… y juega a:
LA NUBE VIAJERA
Observa tus pensamientos como nubes que pasan, sin atraparlos.
EL SILLÓN MÁGICO
Siéntate en tu rincón favorito y siente cómo te recarga de energía.
EL RELOJ SIN AGUJAS
Imagina que el tiempo desaparece, y solo quedas tú en calma.
UN REGALO PARA TI
Pregúntate “¿qué pequeño placer quiero darme ahora?” y permítetelo.
Dedicarte un momento sin hacer nada es regalarle a tu mente descanso, a tu cuerpo armonía y a tu alma alegría.
Y si se hace desde el juego y la diversión la VICTORIA está servida.
¿Juegas conmigo?

