La vida no es blanco o negro, es un lienzo de colores.

Me habían enseñado que en la vida todo era blanco o negro, que solo había dos posibilidades. Me convertí en una mujer gris.

Sin embargo, algo se removió en mí cuando leí que la vida es de colores.

Empecé a observarla desde otro lugar, como a través de un cristal transparente del no juicio.
Descubrí que en la ciudad los colores aparecen bien definidos, limitados por estructuras que también limitaban mi vista y, muchas veces, me llenaban de estrés.

Un día viajé a la naturaleza y me encontré con lo que siempre había estado ahí, y nunca había observado: un paisaje donde las tonalidades son infinitas, donde los colores se difuminan sin estructura. Allí sentí la armonía expandiéndose en mí.

Desde entonces, cada mañana elijo un color para encontrar a lo largo del día. Ese gesto abre mi mente a nuevas posibilidades y me ayuda a volver a mi ser.

Juego del color del día

  1. Al despertar, elige un color (el que sientas o te inspire).

  2. Durante el día, mantén la atención abierta hasta que lo encuentres en algún objeto, lugar o detalle.

  3. Cuando aparezca, sonríe, toca suavemente tu pecho y di:
    “Me abro a nuevas posibilidades”.

  4. (Opcional) Si quieres jugar más, usa ese color en algo que hagas: tu ropa, un dibujo, una palabra escrita. Así lo traes aún más a tu vida.

Es un juego simple que convierte lo cotidiano en un espacio de sorpresa, conexión y alegría.

Hoy yo elijo el amarillo. ¿Y tú?

¿Qué color elegirías hoy para acompañarte y abrirte a nuevas posibilidades?

He preparado un post en Instagram para abrir la conversación. Te invito a compartir allí tu opinión, tu experiencia o tu visión. Porque cuando reflexionamos juntos, el camino hacia el bienestar se hace más ligero y luminoso.

¿Juegas conmigo?

Y si se hace desde el juego y la diversión la VICTORIA está servida.

Keep Reading

No posts found